sábado, 25 de agosto de 2012

Lo que tenemos nos lo ganamos...

EL REY Y LOS SABIOS
Dicen que había una vez un rey que quería pasar a la historia por haber acercado a todos la posibilidad de iluminarse.
Decidió entonces invitar a su palacio a los más importantes sabios, científicos y místicos del mundo.
Cuando todos estuvieron allí, les pidió que trabajaran juntos para escribir en un libro todo lo que sabían del mundo y que ellos consideraran fundamental para transmitirlo a las futuras generaciones.
Les pidió especialmente que descartaran todo lo nimio y conservaran sólo lo más importante.
Durante meses, los sabios trabajaron incansablemente, hasta que, casi al año de aquella primera reunión, buscaron al rey para entregarle la obra solicitada.
Era una colección de 140 tomos de 500 páginas cada uno, donde figuraba —según los sabios— todo lo que era importante saber en el mundo.
El rey dijo: No, no. Esta colección es muy importante, pero no se puede trasladar. Es demasiado extensa. Nadie llegaría a leerlo todo. Necesitamos abreviar. Por favor, sigan trabajando; saquen de estos conceptos los menos importantes y dejen sólo los principales.
Un año más les llevó a los notables resumir y achicar lo escrito.
Le presentaron entonces al rey un solo volumen de 2.000 páginas y críptico lenguaje.
No —dijo el rey otra vez—; la sabiduría tiene que quedar al alcance de cualquiera, no sólo de los iniciados. Por favor, trabajen todavía un poco más; saquen lo superfluo, resuman lo escrito, simplifiquen y aúnen las ideas.
Dos años tuvo aún que esperar el rey para obtener su resultado.
Un día, los notables lo citaron.
Estaban todos con cara de satisfechos.
Aquí está —dijo el más anciano—; éste es el resumen de todo lo que es imprescindible saber.
Y le entregaron al rey sólo una hoja de papel.
En ella había una sola frase:
No hay alimento gratis
Cuentos Jorge Bucay


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