PAUTAS DE INTERVENCIÓN Y COMUNICACIÓN ACONSEJABLES
PARA LOS PADRES CON NIÑOS/AS CON TDA/H
Existen infinidad de manuales y guías
breves destinados a padres donde de una manera sencilla y clara, se exponen
pautas de intervención aconsejables para el manejo de estos niños/as. Muchos de
estos manuales provienen de asociaciones, instituciones gubernamentales y ONG
destinadas a la mejora de la calidad de vida de familias con niños afectados
por TDA/H.
Todos estos programas tienen en común
(salvo excepciones) el entrenamiento conductual de los padres para favorecer
las relaciones entre padres e hijos/as de manera que se persigue el refuerzo de las conductas adaptadas en vez de las
desadaptadas.
Las principales pautas
que se suelen dar a los padres son:
ü Proporcionar un modo de vida ordenado, organizando sus
horarios y estableciendo períodos para el esparcimiento y el ejercicio físico.
ü Las tareas deben dividirse en
periodos cortos de tiempo, con descansos y refuerzos constantes de lo
conseguido.
ü Darle guías para que preste atención a los
aspectos fundamentales de lo que esté haciendo.
ü En momentos de crisis, no dejar llevar una situación de enfado a
su extremo. Calmar la situación y más tarde, cuando haya pasado, reflexionar.
ü Adaptar su aprendizaje a sus capacidades: estructurar deberes, fomentar
actividades en las que destaque.
ü Esforzarse en encontrar continuamente sus virtudes y
evitar juzgar continuamente lo que
hace.
ü Reforzar continuamente lo que hace bien, aunque sea algo que nos parezca nimio o
esperable.
ü Evitar la continua crítica
en el ambiente familiar.
ü Dedicar un tiempo,
aunque sea unos pocos minutos cada día, a compartir
con el niño alguna actividad que le guste.
ü Dejarle claro que nos preocupamos por él, que le queremos, que
creemos en él.
ü Reforzar el contacto ocular durante la comunicación con él puesto que
estrecha el vínculo y mejora la calidad de la comunicación.
ü Nuestras normas deben ser pocas y claras. Los niños a veces no las cumplen porque no las
comprenden o sencillamente porque las desconocen.
ü Las órdenes o instrucciones deben ser directas, concisas y claras. Evitemos que vayan cargadas de
emoción o chantaje emocional (estos chicos/as suelen ser muy sensibles y se
pierden en la emoción implícita del mensaje). Mejor con tono de voz neutro.
ü No prestar atención cuando interrumpa y hagamos evidente el
momento en el que se le permite intervenir y felicitémosle cuando lo haga en el momento adecuado.
ü Tratar de ignorar sus comportamientos negativos,
siempre que sea posible.
ü Utilizar una frase clave para recordarle que lo que está realizando en ese momento no
nos gusta y no queremos llegar más lejos: “Si
sigues haciendo TAL…va a haber consecuencias”.
ü Reforzar los comportamientos más positivos, incluso con sistemas
de puntos y premios.
ü Especificar el comportamiento por el que le felicita.
ü Evitar el uso de la palabra NO
al darle instrucciones, ofrecerle enunciados
en positivo.
ü Evitar los castigos salvo situaciones límite, en las que el comportamiento
sea intolerable, y en ese caso, no caer en la confrontación, evitando la
implicación emocional en lo que se dice. En niños pequeños, utilicemos el “tiempo fuera”, es decir,
tiempo en el que permanecen quietos en una silla o un rincón de la casa.
ü Para comunicarle algo importante, elijamos momentos en que se encuentre
receptivo y no
cuando está enfadado y frustrado. En estas situaciones conviene esperar a otro
momento mejor.
ü Pedir ayuda a alguien cuando nos sintamos desbordados. Estos niños/as llegan
a agotar a los padres y una ayuda a tiempo de algún familiar, amigo o
profesional, permite tranquilizarse para seguir dando lo mejor de uno mismo.
ü Analizar qué hay, dentro
de nuestra familia, que puede no ser saludable e intentemos cambiarlo, “invertir en la promoción de una vida
saludable es una fuente de salud”.
CONSIDERACIONES FINALES
Este es un ejemplo de normas, más o menos comunes, que se
ofrecen en las distintas guías para padres para que éstos puedan interactuar
con sus hijos de una manera más constructiva y positiva.
Se pueden sintetizar más o desarrollar, en función del tipo de
intervención que estemos o deseemos llevar a cabo con los padres y la
población diana a la que van dirigidas.
En ningún caso pretende ser una guía exhaustiva sobre este
tema, por lo que no debe ser tomado como tal.
Si cree que necesita ayuda u orientación al respecto, pueden
consultar con nosotros que estaremos encantados de guiar su proceso y
desarrollar una atención personalizada al caso.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
- López-Soler, C. y Martínez Núñez, M. (2.010): Déficit
atencional e hiperactividad. Madrid, Klinik.
M Rosa del Rincón
(Consulta de Psicología)
Para ampliar la
información o cualquier duda que se pueda tener al respecto se pueden poner en
contacto a través de info@mrosadelrincon.esinfo@mrosadelrincon.es o del tlf: 622 649 066
Estupenda orientación Rosi!!!
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