1.
INTRODUCCIÓN
La adquisición
de los hábitos alimenticios se va realizando poco a poco, siendo frecuente que
en este proceso de aprendizaje se produzcan algunos problemas, generalmente
leves, pero que pueden llegar a ser graves si no se atienden adecuadamente.
VARIABLES
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POSIBLES PROBLEMAS
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VELOCIDAD
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Rápida
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Rumiación
Vómitos
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Lenta
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Bolo
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CANTIDAD
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Mucha
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Sobrepeso
Obesidad*
Bulimia*
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Poca
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Anorexia*
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VARIEDAD (verduras, carne, pescado, lácteos,
fruta, otros)
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Negación
Rigidez
Vómitos
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ELABORACIÓN (cocido, asado, frito, otros)
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Negación
Vómitos
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CAMBIOS (líquido, triturado, sólido)
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Negación
Vómitos
Rumiación
|
*Problemas que suponen graves alteraciones que exceden a
este folleto informativo
Sin embargo, a partir de los 2 años, pueden empezar
a manifestarse rechazos y preferencias de manera reiterada que evolucionan y
cambian hasta los 7 y 12 años,
momento en el que se superan habitualmente.
EDAD
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RECHAZOS
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PREFERENCIAS
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1 años
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Leche del
biberón
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18 meses
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Cambiantes, no
claramente definidos
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Cambiantes, no
claramente definidos
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2 años
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Según gusto,
consistencia o color
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Alimentos
enteros y separados
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2 ½ años
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Verdura
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Carne y fruta;
come por partes
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3 años
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Acepta la
verdura
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Carne, fruta,
postres y dulces
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6 años
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Por épocas;
algunos por su textura.
Postres y
verduras cocidas
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Alimentos
nuevos, carne, patatas, leche, verduras crudas, helados y caramelos
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7-9 años
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Rechazo según
olor y forma de estar cocinados
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Comienza a
aceptar alimentos que no le gustan.
Preferencias
según olor
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10-12 años
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Pocos y
claramente definidos
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Según situación
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2.
DETECTAR
EL PROBLEMA
El problema se
presenta cuando a pesar de tener edad de
comer todo tipo de alimentos y formas de preparación, se niegan a:
- Comer
algunos alimentos que no pueden ser eliminados de la dieta: verdura, carne,
pescado,...
-
Comer
si no está triturado
-
Comer
en determinados lugares: comedir escolar, cocina,...
-
Comer
si no se dan determinadas circunstancias: televisión encendida, juegos,...
No existe un tiempo estándar, aunque entre 30 y 40 minutos parece un tiempo
adecuado para una comida de dos platos.
El problema
puede presentarse cuando come demasiado lento y prolonga la masticación hasta
que el alimento se convierte en una bola
(o bolo) seca y difícil de tragar
pudiendo producir arcadas o vómitos cuando se le obliga a tragar.
Vómitos:
Es una situación
relativamente frecuente que señala la presencia de una enfermedad, sin embargo,
si este no es el caso, puede
aparecer al comer demasiado deprisa algo que no le gusta o cuando se le insiste,
al comer lento, que se “trague la bola”.
El vómito suele
poner fin a la situación desagradable para el niño, pues al alarmarnos como
padres, abandonamos los intentos de forzar al niño.
3.
QUÉ
HACER SI...
Niega
o rechaza alimentos:
-
Buscar
la comida del día en que le podamos
dedicar, con tranquilidad, todo el
tiempo
-
Combinaremos el alimento rechazado con otro que enmascare su
sabor. Progresivamente, aumentaremos el sabor rechazado.
-
Tras
darle un “bocado” de alimento rechazado, le damos otro de uno que le guste
mucho.
-
Reforzamos con elogios, caricias y/o alabanzas cada
logro del niño (cada bocado del que no le gusta).
-
Ignoramos las negativas a comer, ya sea
verbalmente o por gestos.
-
Habiendo
consultado con el pediatra anteriormente
si no existe problema de que el niño en una comida no coma todo lo que debiera,
pasado un tiempo prudencial (el que habitualmente requiera el niño para sus
comidas de ese mismo tipo) se le retira la comida y no se le da NADA hasta que
le toque la siguiente comida.
Tarda
demasiado tiempo en comer:
-
No
le daremos NINGÚN alimento entre comidas.
-
Procuramos
que no pique nada antes de empezar a
comer.
-
Evitamos que interrumpa la comida con excusas del tipo: lavarse las manos,
ir al baño, pedir agua,... serán cosas que habremos hecho antes de empezar a
comer.
-
Evitaremos objetos que puedan distraerle durante la comida: juguetes,
televisión,...
-
Ignoramos conductas de llamadas de
atención como jugar con
los cubiertos, distraerse, parar de comer,...
-
Si
ha comido dentro del límite le daremos
el premio pactado, si no es así,
le retiramos el plato, no le damos nada hasta la siguiente comida y no habrá ninguna otra manera alternativa de conseguir el premio.
-
Para
reducir el tiempo podemos:
o
Poner
un reloj con alarma delante del
niño.
o
Premiarle
con el refuerzo que se haya acordado
antes si se lo come todo en el tiempo establecido.
o
Si
se acaba el tiempo y no ha terminado, se
le retira el plato y se queda sin el premio.
o
Vamos
informando al niño de cómo lo está
haciendo y siendo conscientes del tiempo que le queda.
Vomita:
Es importante acudir al pediatra para descartar la existencia de cualquier patología orgánica para la que fuera necesaria una intervención médica.
-
Observar la relación entre el vómito y posibles
situaciones de rechazo que se suelen mantener por ganancias secundarias que el
niño recibe al vomitar. Por ejemplo: la comida se le hace una bola, le obligan
a tragar, el niño vomita, y se deja de obligar y se le retira esa comida que no
le gusta. El niño ha evitado comer lo que no le gusta y ha recibido atención
por su vómito.
-
Acudir al psicólogo/a que nos enseñará a actuar en cómo
debemos hacer para que el niño “desaprenda” esa conducta de vómito.
4.
CONCLUSIONES
Y ASPECTOS A TENER EN CUENTA
Este tipo de
complicaciones se suelen solucionar
solas con el paso del tiempo pero a
veces pueden suponer, al ser repetitivos y en varias comidas al día,
durante todos los días, un importante
foco de conflicto que acaba afectando a las relaciones familiares. Además, no hay que olvidar que pueden derivar en problemas más graves
como ganancias de peso o problemas en el proceso normal de crecimiento.
Puesto que las estrategias terapéuticas ante estos
casos han de desarrollarse en el hogar
y varias veces al día (durante las diferentes comidas), es importante y crucial
el debido entrenamiento a los padres
que ha demostrado ser una forma efectiva
y eficiente de solucionar estos problemas.
Lo que con este documento se pretende es dar una orientación rápida sobre lo que implican estos problemas y una idea general sobre la forma de intervención que nosotros utilizamos en nuestra consulta.
Lo que con este documento se pretende es dar una orientación rápida sobre lo que implican estos problemas y una idea general sobre la forma de intervención que nosotros utilizamos en nuestra consulta.
En ningún caso pretende ser una guía
exhaustiva sobre los trastornos, ni tratamientos, por lo que no
debe ser tomada como tal.
Si cree que necesita ayuda, debe acudir
a un especialista que será el encargado de dirigir el proceso de tratamiento.
Referencias bibliográficas:
·
Comeche Moreno, M. Isabel y Vallejo
Pareja, Miguel A. Manual de Terapia de Conducta en la Infancia (2005).
·
Vallejo Pareja, Miguel A. Manual
de terapia de conducta (1998).
M Rosa del Rincón (Consulta de Psicología)
Para ampliar la información o cualquier duda que se pueda tener al respecto se pueden poner en contacto a través de info@mrosadelrincon.es o del tlf: 622 649 066
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