martes, 6 de marzo de 2012

Sin temores...

UNA SOLA OPORTUNIDAD
Un hombre recibió una noche la visita de un ángel, quien le comunico que le esperaba un futuro fabuloso: Se le daría la oportunidad de hacerse rico, de lograr una posición importante y respetada dentro de la comunidad y de casarse con una mujer muy hermosa. 
Ese hombre se pasó la vida esperando que los milagros prometidos llegasen, pero nunca lo hicieron, así que al final murió solo y pobre.
Cuando llego a las puertas del cielo vio al ángel que le había visitado tiempo atrás y protestó: -me prometiste riqueza, una buena posición social y una bella esposa. ¡Me he pasado la vida esperando en vano!-
-Yo no hice esa promesa-, replico el ángel, -te prometí la oportunidad de riqueza, una buena posición social y una esposa hermosa-. 
El hombre estaba realmente intrigado. -No entiendo lo que quieres decir- confesó. 
-¿Recuerdas que una vez tuviste la idea de montar un negocio, pero el miedo al fracaso te detuvo y nunca lo pusiste en práctica?- El hombre asintió con un gesto. 
-Al no decidirte unos años más tarde se le dio la idea a otro hombre que no permitió que el miedo al fracaso le impidiera ponerla en practica, recordarás que se convirtió en uno de los hombres más ricos del reino-.
-También recordarás-, prosiguió el ángel, -en aquella ocasión, en que un terremoto asoló la ciudad, derrumbó muchos edificios y miles de personas quedaron atrapadas en ellos. En aquella ocasión tuviste la oportunidad de ayudar a encontrar y rescatar a los supervivientes, pero no quisiste dejar tu hogar solo por miedo a que los muchos saqueadores que había te robasen tus pertenencias: así que ignoraste la petición de ayuda y te quedaste en casa-, el hombre asintió con vergüenza. 
-Esa fue tu gran oportunidad de salvarle la vida a cientos de personas, con lo que hubieras ganado el respeto de todos ellos- continuó el ángel, -por último ¿recuerdas aquella hermosa mujer pelirroja, que te había atraído tanto? La creías incomparable a cualquier otra y nunca conociste a nadie igual. Sin embargo, pensaste que tal mujer no se casaría con alguien como tú y para evitar el rechazo, nunca llegaste a proponérselo-.
El hombre volvió a asentir, pero ahora las lágrimas rodaban por sus mejillas, -si, amigo mío, ella podría haber sido tu esposa- dijo el ángel. -Y con ella se te hubiera otorgado la bendición de tener sanos y hermosos hijos y multiplicar la felicidad en tu vida-. 
A todos se nos ofrecen a diario muchas oportunidades, pero muy a menudo, como el hombre de la historia, las dejamos pasar por nuestros temores e inseguridades. 
Pero tenemos una ventaja sobre el hombre del cuento... “AÚN ESTAMOS VIVOS”. 
Desconocido


No hay comentarios:

Publicar un comentario