martes, 22 de noviembre de 2011

El león que tenía miedo

Érase una vez un león que se acercó hasta un lago de aguas quietas y cristalinas para calmar su sed. Al inclinarse para beber, vio su cara reflejada en el agua y, atemorizado, se alejó del lago mientras pensaba: "este lago ha de ser de ese león, tendré que tener mucho cuidado con él".
Como tenía tanta sed, regresó al lago de nuevo, pero allí estaba otra vez el león en las aguas del lago, por lo que volvió a marcharse.
Pero como su sed era muy grande y no había otras fuentes por allí, decidió que bebería en el lago por encima de todo.
Dicho y hecho. Se acercó al lago y al ver allí otra vez al león, abrió sus enormes fauces y lanzó un fuerte rugido para espantarlo. Pero, al ver que el otro león hacía exactamente lo mismo, salió de allí despavorido.
Entre tanto, la sed se había hecho insufrible y, como no le quedaba otra elección, no tuvo más remedio que volver al lago para beber.
Cuando por fin se atrevió a meter la cabeza en el agua, el león que siempre estaba allí desapareció, con gran asombro y alivio suyo.
Cuentos de la India y Tibet
Desconocido


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