EL PODER
DE LA LLAMA
Erase una vez una barra de hierro de una fuerza
infinita. Todos, el hacha, el martillo y la llama intentaron romperla en dos.
Yo lo conseguiré dijo el hacha. Golpeó con su
filo la barra una y otra vez pero lo único que consiguió fue perder su afilada
punta.
Déjame a mí dijo la sierra, que se ensañó con el
hierro hasta que exhausta y sin dientes, se dio por vencida.
Sabía que no lo conseguirías. Yo te enseñaré
como hacerlo dijo el martillo a la sierra.
Pero el primer golpe perdió la cabeza, sin
abollar un poquito la barra de hierro.
¿Lo intento yo ahora? preguntó tímidamente la
pequeña llama.
Olvídalo le respondieron todos, nunca lo
conseguirás ¿Que puedes hacer tu insignificante lumbre?
A continuación, la pequeña llama se acercó hasta
la barra de hierro, la abrazó y no la soltó hasta derretirla.
Desconocido
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