martes, 15 de noviembre de 2011

El valor de la perseverancia

Dos ranas cayeron en un recipiente de nata.
- ¡Nademos!- dijo una de ellas.
-¡Imposible!- dijo la otra -esto es demasiado blando para poder saltar y demasiado espeso para poder nadar. Si hemos de hundirnos que sea cuanto antes.- Y se dejó morir.
La otra rana siguió "pedaleando" toda la noche y, a la mañana siguiente, se encontró reposando en una sólida mantequilla comiéndose las moscas que acudían a ella.
Desconocido

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